sábado, julio 10, 2010

el tarot y el mito del heroe




les paso una nota que escribi y salio publicada en "EL Umbral" revista para la nueva humanidad de julio 2010

"Si pensamos en el tarot y en el mito universal del camino del héroe ambos tienen algo en comun: su esquema conduce a la evolucion de la conciencia. El tarot, a través de sus veintidos propuestas energéticas y de los arquetipos que simboliza, el camino del héroe por medio de las distintas etapas que eventualmente llevan al individuo al encuentro con su ser, su self, o sí mismo.
Según Sallie Nichols en su libro "Jung y el Tarot" podríamos ordenar al tarot en tres secuencias que en realidad son tres etapas, tres niveles de conciencia con sus consecuentes obstáculos y situaciones a experimentar.
El primer nivel estaría comprendido entre El Loco y El Carro. El camino del tarot se inicia con El Loco, el representa al caos primigenio que describen los mitos cosmogónicos. De la nada surge el todo. Es el universo en expansión, la multiplicidad de oportunidades. Sin embargo, es necesario que esta energía dispersa encuentre un cauce, y lo "no manifestado" su envase, su vehículo. El Mago va a ser el encargado de realizar esa tarea. Desde el punto de vista mitológico podríamos asociar a El Mago con el primer dios que surge de la nada y "ordena" con su poder mental la creacion. El se relaciona con el poder de la mente y la capacidad para unir cielo y tierra, para manifestar en la materia aquello que fue pensado en otra dimensión. Luego vamos a encontrarnos con La Sacerdotisa, la intuición, Budhi, la Gran Madre Universal que viene a complementar la tarea de El Mago. A continuación, La Emperatriz, la Madre Terrenal que va a hacer pareja con El Emperador, el Padre Terrenal. Luego el Hierofante, el guía, el maestro, el representante de Dios en la tierra. Si lo comparáramos con el camino del héroe esta etapa se correspondería con la etapa de instrucción o educación del héroe. En los mitos el joven héroe vive rodeado de los suyos, guiado por algún maestro espiritual. Crece sin conocer a su padre, aunque en su fuero interno intuye que es un ser especial, semi-divino, en definitiva presiente que su verdadero padre es un dios. Esta hilera de arcanos representa a los arquetipos en su estao más puro, no está todavia allí la huella del drama humano. Esto recién se podrá apreciar en el arcano "Los Enamorados" o como prefiero llamarlo "El Joven Enamorado". Aquí se plantea un problema, una decisión a tomar, un camino a elegir. Surge la dualidad. El lo que J. Campbell en su libro "El héroe de las mil caras" denomina "el llamado del héroe a la aventura" Cupido dirigiendo su flecha es el alma del héroe marcando el camino a seguir, es el momento de dejar la comunidad, lo cómodo, lo seguro, en definitiva el mundo de la "madre" lo regresivo y salir en busca de su destino solar. En el arcano de El Carro ya la decisión fue tomada y el héroe se lanzo a la aventura. Termina así la primera etapa del camino y comienza una nueva. El Carro marca entonces ese pasaje.
La segunda hilera está comprendida entre La Justicia y la Templanza, será el momento de las pruebas, el tiempo en que el héroe deberá enfrentarse a sus "ogros y dragones", sus miedos, los aspectos regresivos de su psiquis, su propia "sombra". En esta etapa vivirá una "iniciación", deberá morir para luego resucitar a un nuevo estado de conciencia.
En la ultima hilera (incluye a El Diablo y concluye con El Mundo) el héroe deberá integrar definitivamente sus aspectos oscuros. Se pone en juego aquí la última gran prueba. Es lo que Campbell llama cruce final, el regreso del héroe, el momento en que puede perderse todo lo ganado hasta el momento: la conciencia dle héroe, su razon. El puede sucumbir en su tarea, caer en la locura, o simplemente no desear regresar. Ese estado de conciencia esta representado en el tarot por La Luna. Una vez superado ese trance el héroe se ilumina, y asi regresa transformado a su comunidad para devolver sus dones. Los últimos tres arcanos reflejan esta etapa final: El Sol: el triunfo de la luz sobre la oscuridad, El Juicio: la resurreción, El Mundo: el acceso al self, la plenitud total.