martes, febrero 24, 2009

N° II - dualidad

N° II
El mundo caótico e indiferenciado de El Loco, su energía dispersa y creativa es canalizada por El Mago. Surge así el mundo de los opuestos. Sol-Luna, Día-Noche, Vida-Muerte, Conciente e Inconsciente.
El N° II es el mundo de la dualidad, de los opuestos. En algunos casos esta dualidad será entendida como cooperación, unión, complementariedad, y en otros como desunión, oposición. Es aspecto luminoso del dos es la colaboración con el otro, el encuentro. Su aspecto sombrío es la discordia, el ver al otro como enemigo, proyectar en quien tenemos en frente nuestros aspectos oscuros, no vividos.
Suele decirse que la energía involucrada en estos arcanos es ambigua. ¿Por qué?
La conciencia del otro puede ser conflictiva. El otro es el espejo en donde se proyectan los arquetipos. El hombre ubica en el afuera su ánima y así siente que encontró a la mujer de su vida, cuando en realidad únicamente proyectó su mujer interna para luego defraudarse cuando la mujer real se atreva a ser quien en realidad es. Puede que convirtamos al otro en nuestro objeto, necesitamos controlarlo porque tiene que seguir respondiendo a nuestras pautas.
El otro es el complemento y el enemigo oculto, quien más nos conoce y por ende quien ha desentrañado los vericuetos para llegar hasta nuestro corazón, también tiene las armas para lastimarnos.
El dos de copas es el brindis, el momento íntimo, la conexión con el otro, el otro como par, amigo, hermano, amante. Es la capacidad para celebrar un encuentro, un acercamiento, la afinidad espiritual, emocional.
El dos de espadas son dos espadas cruzadas, en oposición, ideas contrapuestas, pensamientos encontrados, contradicción interna, lucha, rivalidad.
El dos de bastos simboliza la cooperación en proyectos que entusiasman, pueden ser laborales, hobbies, etc, lo importante es que son dos energías que se suman en una causa común.
El dos de oros es el equilibrio y la fluidez, de las fuerzas económicas, la capacidad para construir, para crear prácticamente de la nada, sin demasiada solidez, tambien la habilidad para "hacer malabares" con el dinero, econtrar un equilibrio entre el debe y el haber.