2 criterios para su estudio:
en función del elemento (aire, agua, tierra y fuego)
en función de su número
en función del elemento (aire, agua, tierra y fuego)
en función de su número
N° I
Probablemente todos sepamos que los ases significan inicios. Se corresponden con el número I, con el arcano mayor El Mago. El tema central es: ¿cómo son esos inicios? El inicio siempre conforma una muerte previa seguida de una transformación, una evolución, un pasaje.
Sabemos que El Mago canalizaba la energía que se encontraba dispersa en El Loco, materializaba lo inmaterializado. Ahora bien, qué forma va a tomar esa energía, cómo va a accionar en el exterior.
Si pensamos en el As de Copas y nos concentramos en su simbolismo representa el santo grial, el útero, el alambique en donde se realiza la alquimia, el huevo cósmico dividido en dos mitades, el Caldero del I ching. Su elemento es el agua, por lo tanto su energía receptiva, interna, emocional.
El As de Espadas es el sable que corta, divide la materia, es un instrumento de lucha, hiere, castiga. Se asocia a la palabra, que lejos de las subjetividades, expresa ideas, conceptos abstractos, también se corresponde con la función mental, la inteligencia, la capacidad de discriminar realidad con fantasía. Es la espada del Rey Arturo, la del arcano La Justicia.
El As de Bastos es el falo fertilizador, acciona y a la vez fecunda, crea, es puro impulso. Es a su vez el conector entre el cielo y la tierra, el báculo de Moisés, el caduceo de Mercurio, la columna vertebral por donde se localizan los chakras y ha de circular la energía del kundalini.
El As de Oros es el símbolo de la moneda como instrumento de intercambio de bienes y servicios, ícono de la cultura, la civilización. Se asimila a la rueda, siempre en movimiento. Nos da la idea de ciclo, eterna circulación. Si en un tirada encontramos un As de Oros la persona se encuentra frente a un nuevo ciclo económico, transformación de sus bienes materiales: dinero, propiedades, ganancias producto de su trabajo, legados, herencias, etc. Hay una nueva manera de adquirir dinero y también de administrarlo.
Si pensamos en los acontecimientos de la vida podemos decir que si estamos frente al As de Copas la persona experimenta una transformación en su mundo afectivo, con el As de Espadas hay una mutación de ideas y pensamientos, sistemas de creencias que se reordenan, con el As de Bastos surgen nuevas energías, actividad, entusiasmo.
